sábado, 16 de febrero de 2013

Toda una caricia.

Echo de menos tus grandes manos.
¿Ó quizá era yo demasiado pequeña para tí?
Algunas manos nunca dejan de crecer.
Tus manos sabían algunas cosas misteriosas.
 yo quería creerte, tus manos no eran para mí.

Parece una mentira llena de eternidad.
Porque  aún espero tus caricias.
Y mi niña sueña, encendida de tu deseo.
 Mis manos eran parte de un sueño roto.

Ese pasillo, por donde paseaba cada noche
buscándote... entre mi miedo y mi excitación.
La caricia de una mujer no duerme la soledad de la niña.
Despierta! es hora de ir al cole.

Recibo a la hora de despedirme de tí, un hasta luego cielo
nunca te olvidaré.
es lo más terrible que pudiste decir.
porque mi cielo eras tú.
Vivir en el limbo de tu ausencia no es un buen purgatorio.
Prefiero decirte adiós y caer hacia lo profundo del olvido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario