sábado, 2 de febrero de 2013

Patines de hielo.

Cuanto amor hay en una pista de patinaje sobre hielo.
Mis patines, que eran de bota blanca,nunca fueron para patinar sobre hielo.Es más jamás patiné sobre hielo hasta que no fuí a un campamento de verano en Irlanda, donde nos llevaron a unas pistas de hielo en un Centro Comercial de Dublín.

Esta tarde he ido con mis hijos a una pista de patinaje sobre hielo. La realidad es que no hemos patinado,  para entrar era una guerra y el precio por persona (incluido niños de 5 y 4 años) era de 13€. Así que hemos pactado coordialmente, no lágrimas,no gritos,  y hemos decidido ir por la mañana que el precio es más pagable... 

Una vez hemos salido de las taquillas, los 3 felices al saber, unos que mñn volvíamos y que íbamos a jugar a las maquinitas, ahh no lo he dicho?, bueno, claro era una negociación y ellos han hecho declaración de sus intenciones, ello es: jugar un futbolín, y una maquinita que hay al lado de los cines que metes un euro y ale a darle con un martillo a cabezas de pobres enanos!!...... venga vale!! y como son niños tan adorables les he añadido a todo esto una estupenda merienda!!eso sí que es negociar!!
Pues venga, vamos a ello!!! y de repente... que bonito espectáculo, al salir de las taquillas, aquella pista de hielo, blanca y pura donde en breves instantes entrarían con sus patines todas esas personas a patinar, unos sin tener ni idea, como patitos aprendiendo a nadar, otras parejas, enamorados agarrados con los gorritos de nieve y las manoplas rojas. 
Nos hemos quedado los 3 pegados al cristal mirando esa forma  tan hermosa, esa pista fría, aún sin pisadas,sin rayadas, en el fondo un grupito de niñas entrenando..no tendrían más de 10 años.

Suena una música en mi cabeza, una música clásica que me hace estremecer, viéndome dar vueltas en lo alto, saltos de hasta tres ó cuatro revoluciones, con un movimiento continuo, brillante, hermoso, armónico y yo flotando sobre mí, sobre mi pelo estirado, y mis brazos largos, me veo, patinando sobre mis patines de 4 ruedas, cuando tenía 10-11-12 años, maravillada de mis propias piruetas, y danzando en mi pista particular al son de Brahms ó Bizet que sí, que mis brazos son alas y si quiero y mis patines toman impulso de mi corazón a volar!!




No hay comentarios:

Publicar un comentario