Mi chaqueta roja

Hoy me he ido a las rebajas...mejor dicho, a las terceras rebajas..es decir la rebaja, de la rebaja, de la primera rebaja...
Yo íba al cine...Ohh qué ha pasado? he sido abducida por un misteriosa llamada.
Ni siquiera sé por donde he entrado en el centro comercial...distraída con mi móvil, whasapenado con mi grupo  de amigas,  Sí la verdad que nos pasamos el día whasapendo de aquí para allá, y claro dejo el coche y ya pierdo el sentido de por donde entro, a donde voy.
Eso sí, estoy segura que caminaba hacía lo conocido, es decir,  en dirección a las taquillas del cine.
Ya había puesto mi nuevo estado del whatsaap  "En el cine". Todo marchaba en orden.
Yo ajena absolutamente a cualquier cartel de REBAJAS, pues caminar mientras whasapeo ya cubre toda mi capacidad de concentración mental y de manejo físico..
Y he de repente.... zasss... levanto la cabeza, mis amigas  que no escriben y en ese momento me encuentro  delante de aquella tienda.
Y la he visto. Ahí está, quieta, colgadita, limpia... Una chaqueta. Un chaqueta roja, un pequeño plumitas rojo totalmente sencillo.
No sé por qué razón mis pies han ido a comprobar si aquella chaqueta roja me pertenecía.
Que bonita es! cuánto tiempo hará? esa ilusión por poseer, algo para mí, sólo mío, nuevo.
He sabido de inmediato que aquella chaqueta y yo no iríamos juntas al cine hoy.
Tenía la chaqueta en mi brazo, parecía que fuéramos a bailar y entonces se ha desatado en mí la furia, una chica de 17 años me ha llevado hacia dentro, esa chica que tanto le gustaba ir de compras , a la que le gustaba sentirse guapa y mayor, esa chica me ha invitado a ir con ella de compras...La música ha empezado a sonar...
Me duelen los brazos de llevar tantas prendas,pero soy feliz... mi chaqueta roja, de plumitas va debajo del todo.
Ya está adjudicada, casi pagada, la siento cerca de mí, como cuando te arropas con la almohada..
Que sensación tan extraña, yo que necesito que algo me guste de una manera sublime para hacerlo mío y hoy me han cazado, me he enamorado de mi chaqueta. De esa manera en la que sólo una mirada basta para saber que sí, que te deseo por encima de todas las cosas.
Estoy feliz, bailando con mis nuevas prendas, pagando como si el dinero fuera un mecanismo de amor profundo hacia mí misma.
He vuelto a casa a mirarme, ahora sí que puedo vaciar mi armario de aquellas cosas que no me gustan y colocar mi chaqueta nueva, mi chaqueta del color del amor.