jueves, 19 de septiembre de 2013

Oye

Y ya un día le pregunté:
 Oye, tú me quieres?
Me respondió  sí.
Me caí al mar, llorando.
Todo estaba allí, volaba sobre tí.
 Rezaba ser una Virgen, lo que pasa, que en mi cole me lo pensé mejor,
me lo pensé y me lo pensé..
Bastaron pocos actos de las monjas para empujarme.
Joven impía, y tan a gusto!!.. Así que  rechazé la oferta.
Con esa cara de pilla no te vas a desmayar... no eres ninguna Santa. No!
Y ahora tú, no sé que decir, tan tan tan.. sólo consigo decir esto.
Bueno, a ver
si dejas crecer tu bigote y no actuas como un canalla
entonces sí, quizá deje  que me des un beso.

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