lunes, 25 de marzo de 2013

El dedo en mi mano

Pertenezco a un lugar, es un lugar tangible aunque púzzlico.
Mis cosas escuchan de mi boca palabras lejanas, cercanas, montadas en bloques construidos desde mi desesperación y fantasía.
Tentáculos recuperados de mi allá, que quieren devorarme.
 Aún tengo susto al ver su sombra detrás de mi puerta.
Los "te quiero"no reconocidos donde vuelo a esconderme del dolor presente.
Una casa
Una cuidad: Madrid
Adoro no volver a tí, cuidad dejada.
Mis cosas son frágiles.
No me dejo.
Tú quizá lo puedas ver.
Una casa blanca con unas macetitas, donde aprendo a soportar la mercancía de mi culpa.
Y yo ya he aprendido algunas cosas...
No sólo los listos saben,
ni los guapos bailan.
Busco, vuelvo.
Ni lloro, ni rio, todo está allí.
Pertenezco a un ser.
Estaba luchando,
negando.
Rezando dentro,
hacia lo más profundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario